- “Hicieron falta los poetas Saúl Ibargoyen, Raúl Renan, Leopoldo Ayala y Enrique González Arthur en la selección de la antología La semilla desnuda”, afirma Adriana Tafoya.
Por Graciela Roque.
“Esta antología es de muy buena calidad, en un noventa por ciento se cumple la alta pretensión de los antologadores salvo en el diez por ciento, que como cualquier lector y crítico que se precie de serlo no estaría de acuerdo.” “Puedo atreverme a dar mi punto de vista sobre cuatro poetas que hicieron falta en esta selección: Saúl Ibargoyen, Raúl Renan, Leopoldo Ayala y Enrique González Rojo Arthur, con ellos seguramente la antología hubiera rozado la perfección pues, como también todos sabemos no hay libro sin erratas,” declaró la poeta y editora Adriana Tafoya, el miércoles 15 de junio de 2011, a las 19:00 horas, en la Presentación de la antología La semilla desnuda. Poetas 90 Poemas, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
La presentación de la antología La semilla desnuda. Poetas 90 Poemas. compilada por los poetas Porfirio García Trejo, Santos Velázquez y Kuitlahuac Macías, se efectuó con la intervención la maestra poeta Dolores Castro, la poeta y editora Adriana Tafoya y los poetas antologadores Porfirio García Trejo y Santos Velázquez. Se distinguió por ofrecer una moderación amable a cargo del poeta Santos Velázquez y una visión apreciativa de los elementos que confluyen en la creación de una antología, tanto por las razones expuestas por la maestra poeta Dolores Castro, los criterios de selección de los antologadores incluidos en el prólogo de la antología citados como por la disertación sostenida por la editora Adriana Tafoya.
La poeta Dolores Castro comentó respecto a la antología: “Esta antología me parece muy importante…son tres antologadores, tres conocedores que no pueden hacer de una antología lo que Rosario Castellanos decía que eran “antojolías” porque era por puro antojo que ponían los poemas, aquí los poemas son más importantes que los nombres, no están sólo los poetas muy reconocidos, hay poemas de todos los buenos poetas, de aquellos que pusieron su espíritu, su persona, su capacidad expresiva para decir algo, para que en este conjunto enorme apareciera ese matiz importante de amor al mundo, una obra de alguien que es diferente a otro, aunque sea absolutamente lo mismo: un ser humano, creo que esto fue lo guió a los antologadores.”
“Siempre invito a todos a que lean y escriban poesía porque la poesía es la única capaz de enseñarnos todo lo que tiene la vida de luminoso, de valioso, lo que el hombre tiene que no va a perder ni con la muerte.”
Por su parte, el poeta antologador Porfirio García Trejo, descrito por el moderador, en los siguientes términos: “un luchador incansable de la poesía, ha entregado gran parte de su vida a escribir, a formar escritores…su sensibilidad le permite acercarse a la sociedad, escribir poesía social, como bien decía el poeta guatemalteco Otto Raúl González el poeta debe divulgar lo que afecte a la sociedad, Porfirio lo hace, ha publicado una docena de libros, ha trabajado en la gestión del grupo Poetas en Construcción por veinte años, pretende dar por terminado este ciclo, esperemos que no, esperemos que la poesía siga, que siga su pasión, tal vez termine el grupo pero la poesía no” leyó un fragmento de su poema Manifiesto:
Establezco a partir de ahora/ esta dictadura poética/…/Dictadura del poetariado que establece:/todos los seres vivos son iguales/ante este oficio comunitario y libre.//La poesía puede ser un refugio, una herramienta,/una arma, una proclama,/un tratado de economía política,/pero muy principalmente,/la caja fuerte de la razón/de la imaginación/ y el sentimiento/…/
Y expresó una reflexión sobre la poesía: “Según Gabriel Zaid nos estamos leyendo los poetas solamente…la poesía se lee poco…tampoco estaría de acuerdo cuando alguien afirma que la poesía actual está sobreviviendo, yo creo que no, yo la siento fresca, saludable, muy dinámica, no está sobreviviendo, esta luchando por un destino popular, hay una serie de editoriales, muchas de ellas marginales que honestamente han desatado una lucha para preservar el género, la poesía se ha refugiado en estas editoriales como Poetas en Construcción o como Versodestierro o como otras, la defienden, la difunden y ,obviamente, carecen de recursos suficientes para darle una proyección todavía mayor…prueba de ello es la antología Cuarenta barcos de Guerra que publicó la editorial Versodestierro donde efectivamente hay cuarenta editoriales participando, es decir, se escribe mucho, se difunde poco, se lee poco porque se edita poco, tal vez esto se deba a que la poesía no es una mercancía…sin embargo, la poesía nos representa… si es cierto lo que dice el maestro Zaid, que sólo los poetas nos estamos leyendo pues entonces hay muchos lectores porque la generación actual de poetas es ilimitada, que bueno que haya tantos lectores y tantos creadores por supuesto, unos logran una mayor trascendencia que otros, alguien me hacía la critica de que veía mal que en este libro de La semilla desnuda estuvieran reunidos personajes tan celebres… junto a nombres de personalidades que todavía no trascienden en el género literario…no fue mala fe, los reunimos porque pensamos que unos son fundadores de algo que otros deberán continuar forzosamente, a condición de que sigan con su obra y no desmerezcan.”
Adriana Tafoya preparó y leyó un ensayo crítico sobre la antología La semilla desnuda, estos son algunos de sus comentarios y conclusiones:
“Esta es una nueva antología, un nuevo ser incorporándose a la practica mexicana con el interés de preservar y ser semilla de modificación del modo de concebir la creación, pues, como sabemos, la intención principal de cada antologador, sea con criterio de conservación o de exploración es postular con una serie de poetas reunidos una lectura de la tradición o, al menos, de una parte de ella.”
“Esta antología no llega a ser una antología personal pues priva el criterio y no sólo el gusto de los antologadores, tan es así que son tres poetas editores los que la realizaron cada uno con distintos puntos de vista.”
“Aunque proviene de una iniciativa de Poetas en Construcción no está restringido a una estética o tendencia e incluso hace sólo una pequeña selección de los poetas que participan en el grupo compilador de esta antología, lo que nos habla de una visión autocrítica.”
“Aspira a ser imparcial, o lo más imparcial posible, para dar una buena selección de los buenos poetas mexicanos, según se plantea en el prólogo, cito: Una de nuestras exigencias a los autores incluidos es que sean en realidad poetas, buenos poetas, no de un poema o de tres, que su actitud sea propositiva y honesta, que mantengan un compromiso serio con la creación y con el arte...resulta decepcionante el fenómeno que se presenta cuando ciertos simuladores, hábiles conocedores del idioma, intentan disfrazar la voz de la poesía sin conseguirlo, su audacia se queda en juegos verbales que, a veces, rayan en el disparate. ”
“El nacimiento de La semilla desnuda está enmarcada por otras antologías que se editaron en el mismo año… con un criterio distinto porque en las otras lo que resalta es el tributo o los homenajes como es el caso de Tributo a Sabines. Estamos todos reunidos compilación del poeta hidalguense Jorge Contreras Herrera, Editorial Fridaura, Querido: homenaje a Juan Gabriel, Mantaraya Ediciones, 2010, otra antología, po poner un ejemplo, es la del chileno Hernández Josefino, con América.Ventana abierta, reúne a “novísimos” poetas mexicanos y latinoamericanos …nacidos en 1976 a 1986, fueron realizadas desde el gusto de sus respectivos antologadores.
La semilla desnuda fue editada por el grupo Poetas en Construcción que cumple veinte años de promover la poesía fundado en 1991, en Ciudad Netzahualcoyotl y desde entonces ha impulsado la poesía mexicana en Francia, España, Chile, Italia y Cuba”.
“Los compiladores pertenecen al generación de los cincuenta, tal vez por eso su gusto y predilección de los poetas de su época, pues de los noventa autores antologados, treinta pertenecen a ésta. Vale comentar que la generación de los cincuenta es importante para la poesía nacional, por su intención de incluir en su lenguaje poético el compendio de lo popular asumido desde su respectiva clase social, así, los poetas de clase media y media alta se dedican a incluir en sus escritos los contextos citadinos o laborales hasta tomar una estructura que tiende a lo narrativo y algunos, por lo contrario, a la influencia de Góngora asistido por el lenguaje, la lectura de los malditos y versos que apuntan a lo estadístico, retomando la cultura oriental como fondo; en pocas palabras, son poetas universalistas que tratan de asimilar su entorno en una poética que todavía se percibe algo ajena a sus esenciales circunstancias”.
“Un importante acierto de esta antología es que reúne nueve generaciones poéticas desde 1918 con Alí Chumacero que aún vivía cuando estaba en ciernes La semilla desnuda hasta Martha Rodríguez Mejia nacida en 1991, esto da una visión con buen margen de diferencias de estilo, ideas y corrientes estéticas al realizar el recorrido de la lectura”.
“El compendio consta de cuatro poetas de los años veinte: Dolores Castro, Eduardo Lizalde, Rubén Bonifaz Nuño y la recién fallecida y homenajeada Norma Bazúa Fish.
De los años treinta se seleccionaron sólo ocho de los más importantes poetas: Gabriel Zaid, Juan Bañuelos, Isabel Fraire, Salvador Alcocer, Thelma Nava, Oscar Oliva, Hugo Gutiérrez Vega y José Emilio Pacheco.
De la década de los cuarentas fueron seleccionados catorce, los más conocidos: Carlos Montemayor que también falleció en el trayecto de la edición, Homero Aridjis, Max Rojas, Marco Antonio Campos, Elsa Cross, Silvia Pratt, Antonio del Toro, Ricardo Yáñez, Francisco Hernández, Elva Macías y, los menos conocidos: Olivia Badillo, Teresa Guarneros, Luis Girarte, Maríangeles Comesaña.
De la generación de los cincuenta, como mencioné anteriormente es la que más poetas aporta a esta antología son treinta, la mayoría de reconocida trayectoria y personajes activos de las letras, los menos sonados pero, no de menos calidad son: Efrén Rodríguez Mendoza, Liliana Godoy, Ricardo Ríos, Alfredo Espinoza, Raúl Aceves, Neftalí Coria, Baudelio Camarillo, Jorge Valdés Díaz Vélez y Rafael Vargas.
En la década de los sesenta se puede ver: Raúl Tapia, María Baranda, Arturo Terán Mendoza, Ángel Cuesta, Pérez Romero, Sergio Cordero, Jorge Fernández Granados, Neftalí Pérez Robledo, Guillermo Vega Zaragoza.
De los años setentas fueron trece seleccionados: Aida Valdepeñas, Aleyda Aguirre, Luigi Amara, Andrés Cisneros de la Cruz, Oscar de Pablo, Hernán Bravo Varela, Israel Miranda Salas y Mónica Gameros que se nota son buenos diseñadores porque ellos realizaron el diseño y producción de esta antología, asimismo, Mauro Ramírez, Ricardo Medrano Torres, Balam Rodrigo, entre otros.
De los ochenta y noventa, la participación fue mínima con cinco poetas, me gustaría mencionar a Jonathan Ruiz y Martha Rodríguez Mega”.
“¿Ahora cabe preguntar que tenemos en común todos los poetas antologados que venimos de diferentes sectores, talleres, grupos y cánones? ¿Qué lugar ocupa esta antología en la historia de la poesía mexicana en un panorama poético en donde nacen cerca de veinte antologías al año? ¿Logrará su calidad y contundencia enfrentar el peso mediático definido por antologías El manantial latente, Divino tesoro, El oro ensortijado por mencionar las menos que en apariencia guardan en sus páginas a los poetas mexicanos en su totalidad? ¿Bastará tan sólo con buena poesía, buena calidad poética para enfrentar un medio joven y desesperado por destacar en las letras del mundo donde no hay lugar para veinte o treinta antologías representativas sino para una sola como es la triste costumbre de la tradición?”
“La semilla desnuda comparte en su catálogo muchos nombres de la poesía mexicana que figuran por igual en las antologías mencionadas y otras tantas más, tiene una selección de poemas escogidos con excelente gusto y tino gracias a Porfirio García Trejo, Santos Velázquez y Kuitlahuac Macías y, sobre todo, interesante es ver lo que viene de un grupo es la apertura a todas las voces y por ello le doy la mejor de la suerte a esta Semilla de la poesía viva en México.”
El poeta antologador Santos Velázquez leyó un ensayo sobre la antología La semilla desnuda, algunas de sus impresiones: “El libro como quiera que se lea se apreciará la unidad poética…siempre se tendrá la impresión de estar leyendo un solo texto”.
“Es como un hilo conductor desde el recuento de la memoria colectiva que tiene su esencia apoyándose en varios círculos conductores para formar una espiral y volver a la rosa, a su semilla.
“La semilla desnuda propone que, sin apocalipsis de por medio, tengamos registros nobles que nos duela hasta la tristeza del aire o en ese espacio personal vernos reflejados en nosotros, en lo otro, percibirnos en la emoción, una vez desnudada la semilla entendimos que todos somos uno, un estado de la conciencia colectiva.”
Para concluir leyeron los poetas compilados: Baudelio Camarillo, Dolores Castro, Dana Gelinas, Hector Carreto, Marivilia Carrasco en representación de la poeta Norma Bazúa Fisch, Teresa Guarneros, Ricardo Ríos, R. Israel Miranda Salas, Yolanda Mexicalxóchitl García e Ileana Godoy, con el acontecimiento adicional de que como al ingreso a la Sala Adamo Boari se obsequió la antología al público asistente, el público pudo seguir esta lectura completando la apreciación del poema con su estructura escrita.
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