El siguiente miércoles
El pasado miércoles llegó a su fin la temporada 2011 de los Miércoles Itinerantes de Poesía organizados por la casa editorial Verso Destierro. Como merecido postre fue el anuncio por parte de David H. Rambo -penúltimo lector en estos encuentros- de que su proyecto, gracias a este Semanario y a los organizadores del mismo, se llamará ahora "Un Kilo de Frambuesa". Bien que mal la mayoría de los escuchas, tragados por el hoyo negro de la poesía, se quedaron con un bizarro sabor de boca.
Mientras tanto un kilo de ayuda para la mayoría de los poetas no caería mal, ¿de qué vive el poeta? Roberto Bolaño ficcionó en "Los Detectives Salvajes" que Amadeo Salvatierra y O.P. eran las únicas dos personas en este país que vivían de publicar tinta. Y para los críticos también un kilo de ayuda porque "en este país la crítica es muy mal pagada" denuncia la Doctora Teresa del Conde desde su actividad como crítica de arte. También unos toneles de ayuda dedicados al público en general para que denuncien la poesía que no les gusta y la que sí también. Un kilo de ayuda cronométrica para que los organizadores lleguen a tiempo. Y para las personas que nos han atendido en cada uno de los lugares en donde se ha realizado este evento, también un kilo de ayuda para que sean más veloces en el servicio. ¡Es una lástima que este sexenio no haya sido el sexenio de la solidaridad! que si no, habría kilos de ayuda para todos.
Quizá, ¿por qué no?, para la siguiente temporada de los Miércoles Itinerantes de Poesía, como en aquellos conciertos "al servicio de la comunidad y de conciencia social", se les pedirá a los asistentes, poetas y escuchas, un kilo de frijol o de arroz, un litro de aceite, agua embotellada, medicamentos, libros, etc. ¿Acaso no parece recolecta para esos momentos en que un desastre acontece? ¿Acaso ser poeta, ser cualquier hacedor o destructor de estéticas, no es vivir en desastre?. "We are accidents/ Waiting, waiting to happen" se escucha en una canción Radiohead y me pongo a pensar en todos esos poetas que llevan la explosión dentro de sus versos y pienso que hay estar atentos y muy cerca de ellos en el momento en detone la masa expansiva de su escritura. "La explosión que ilumina mi abismo" [nuestro abismo] en palabras de Rimbaud.
Y ahora la merecida pregunta de Pinky ¿qué haremos el próximo miércoles, Cerebro? Y es el cerebro quien responde que la oferta cultural del miércoles o de toda la semana crece rizomáticamente.
Si bien en esto de la cultura los derechos de autor abundan como resultado individualista del Renacimiento, es desde hace varias décadas cuando la cultura adquiere cierta patente. Pareciera que es fácil confundirse al respecto cuando a ciertas personas no se les ocurren ciertas ideas o cuando ciertas ideas antes rechazadas ahora intentan ser re-tomadas por sus detractores: una propuesta cultural no institucionalizada no necesariamente es de dominio público, por el otro lado hasta las patentes llevan fecha de caducidad y las ideas hacia lo colectivo en sí sería difícil plantearlas como argumentos personales sobre todo porque involucran a los otros dándoles un cuerpo político que por primera vez los toma en cuenta como actores individuales de libre albedrío y de propuesta poética-estética propia y no censurable.
La idea siempre es individual, mas cuando acierta en lo profundo de la sociedad se vuelve proyecto generacional, esto es lo que hay que reconocer a quienes son capaces de alejarse del estado centrípeto-institucionalista del arte, en este caso el amplio espectro poético logrado en los Miércoles Itinerantes de Poesía con poetas buenos, malos, los que prometen y los mediocres, es un panorama, pese a la etimología de esta palabra, ampliado a varios sectores de producción poética. El alejamiento genera la perspectiva, otro aporte del Renacimiento Italiano; si un evento poético se aparta del eje institucional no es que genere una perspectiva social nueva porque está ya existía, sino que le da prioridad a su expresión respecto al panorama implantado.
El sociólogo, ensayista y filósofo Zygmunt Bauman en una entrevista ha dicho "…todo el mundo vive con ese peligro, lejano o próximo, de ser excluido, creo que es la fuente más importante de la que mana el miedo contemporáneo…" La exclusión es bilateral entre lo institucional y lo contestatario. En este sentido respecto al panorama poético generado desde la conciencia no institucional, para no ser excluidos incluso de esta polaridad no faltarán, de hecho no faltan y no brillarán por su ausencia aquellos proyectos que ahora retomen o intenten suplantar la estela que deja libre hasta el siguiente año los Miércoles Itinerantes de Poesía.
Esa proliferación de eventos más que una negatividad como "plagio de propuesta" amplia el espectro, es cierto: el crecimiento de la oferta es favorable para el público, la competencia hace posible el avance y en este país al parecer están prohibidos los monopolios, argumento que a la "cultura" institucional siempre se le olvida, cultura entre comillas porque la cultura, entre otras cosas, es una serie de consensos sociales. Lo que la institución establece es una ideología y por ideología entendamos una política o una estética o un dogma todos estos de élites.
Es bien sabido que en la guerra como en la sexualidad, las máximas competencias por antonomasia, en el más álgido paroxismo es cuando mayores avances seductores y tecnológicos surgen en el mundo, algo similar debiera entonces de ocurrir en la poesía, incluso si de "proyectos frambueseros" se trata.
¿Qué hacer al día siguiente del martes? no lo sé. Los miércoles seguirán existiendo pese a que los Miércoles Itinerantes de Poesía cesen, lo importante es que el evento ha logrado trastocar un día en la rutina de los buscadores de poesía y aquellos a quienes les interesa la poesía saldrán a su encuentro como un comportamiento seductivamente inducido.
Mientras tanto un kilo de ayuda para la mayoría de los poetas no caería mal, ¿de qué vive el poeta? Roberto Bolaño ficcionó en "Los Detectives Salvajes" que Amadeo Salvatierra y O.P. eran las únicas dos personas en este país que vivían de publicar tinta. Y para los críticos también un kilo de ayuda porque "en este país la crítica es muy mal pagada" denuncia la Doctora Teresa del Conde desde su actividad como crítica de arte. También unos toneles de ayuda dedicados al público en general para que denuncien la poesía que no les gusta y la que sí también. Un kilo de ayuda cronométrica para que los organizadores lleguen a tiempo. Y para las personas que nos han atendido en cada uno de los lugares en donde se ha realizado este evento, también un kilo de ayuda para que sean más veloces en el servicio. ¡Es una lástima que este sexenio no haya sido el sexenio de la solidaridad! que si no, habría kilos de ayuda para todos.
Quizá, ¿por qué no?, para la siguiente temporada de los Miércoles Itinerantes de Poesía, como en aquellos conciertos "al servicio de la comunidad y de conciencia social", se les pedirá a los asistentes, poetas y escuchas, un kilo de frijol o de arroz, un litro de aceite, agua embotellada, medicamentos, libros, etc. ¿Acaso no parece recolecta para esos momentos en que un desastre acontece? ¿Acaso ser poeta, ser cualquier hacedor o destructor de estéticas, no es vivir en desastre?. "We are accidents/ Waiting, waiting to happen" se escucha en una canción Radiohead y me pongo a pensar en todos esos poetas que llevan la explosión dentro de sus versos y pienso que hay estar atentos y muy cerca de ellos en el momento en detone la masa expansiva de su escritura. "La explosión que ilumina mi abismo" [nuestro abismo] en palabras de Rimbaud.
Y ahora la merecida pregunta de Pinky ¿qué haremos el próximo miércoles, Cerebro? Y es el cerebro quien responde que la oferta cultural del miércoles o de toda la semana crece rizomáticamente.
Si bien en esto de la cultura los derechos de autor abundan como resultado individualista del Renacimiento, es desde hace varias décadas cuando la cultura adquiere cierta patente. Pareciera que es fácil confundirse al respecto cuando a ciertas personas no se les ocurren ciertas ideas o cuando ciertas ideas antes rechazadas ahora intentan ser re-tomadas por sus detractores: una propuesta cultural no institucionalizada no necesariamente es de dominio público, por el otro lado hasta las patentes llevan fecha de caducidad y las ideas hacia lo colectivo en sí sería difícil plantearlas como argumentos personales sobre todo porque involucran a los otros dándoles un cuerpo político que por primera vez los toma en cuenta como actores individuales de libre albedrío y de propuesta poética-estética propia y no censurable.
La idea siempre es individual, mas cuando acierta en lo profundo de la sociedad se vuelve proyecto generacional, esto es lo que hay que reconocer a quienes son capaces de alejarse del estado centrípeto-institucionalista del arte, en este caso el amplio espectro poético logrado en los Miércoles Itinerantes de Poesía con poetas buenos, malos, los que prometen y los mediocres, es un panorama, pese a la etimología de esta palabra, ampliado a varios sectores de producción poética. El alejamiento genera la perspectiva, otro aporte del Renacimiento Italiano; si un evento poético se aparta del eje institucional no es que genere una perspectiva social nueva porque está ya existía, sino que le da prioridad a su expresión respecto al panorama implantado.
El sociólogo, ensayista y filósofo Zygmunt Bauman en una entrevista ha dicho "…todo el mundo vive con ese peligro, lejano o próximo, de ser excluido, creo que es la fuente más importante de la que mana el miedo contemporáneo…" La exclusión es bilateral entre lo institucional y lo contestatario. En este sentido respecto al panorama poético generado desde la conciencia no institucional, para no ser excluidos incluso de esta polaridad no faltarán, de hecho no faltan y no brillarán por su ausencia aquellos proyectos que ahora retomen o intenten suplantar la estela que deja libre hasta el siguiente año los Miércoles Itinerantes de Poesía.
Esa proliferación de eventos más que una negatividad como "plagio de propuesta" amplia el espectro, es cierto: el crecimiento de la oferta es favorable para el público, la competencia hace posible el avance y en este país al parecer están prohibidos los monopolios, argumento que a la "cultura" institucional siempre se le olvida, cultura entre comillas porque la cultura, entre otras cosas, es una serie de consensos sociales. Lo que la institución establece es una ideología y por ideología entendamos una política o una estética o un dogma todos estos de élites.
Es bien sabido que en la guerra como en la sexualidad, las máximas competencias por antonomasia, en el más álgido paroxismo es cuando mayores avances seductores y tecnológicos surgen en el mundo, algo similar debiera entonces de ocurrir en la poesía, incluso si de "proyectos frambueseros" se trata.
¿Qué hacer al día siguiente del martes? no lo sé. Los miércoles seguirán existiendo pese a que los Miércoles Itinerantes de Poesía cesen, lo importante es que el evento ha logrado trastocar un día en la rutina de los buscadores de poesía y aquellos a quienes les interesa la poesía saldrán a su encuentro como un comportamiento seductivamente inducido.
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